Acorazado Jaime I: el Potemkin Español | LIBROS NÁUTICOS | Historia | Historia Naval Militar | Historia Naval Militar del Siglo XX | Librería Náutica cartamar. Libros Náuticos. Cartas Náuticas | Libreria nautica Cartamar. Libros nauticos. Cartas nauticas.

Descripción:

Crónica escrita a modo de diario de las vicisitudes pasadas por un joven marinero de 17 años a bordo del acorazado "Jaime I" entre 1934 y 1940.

A lo largo de la obra destacan, sobre todo, el motín revolucionario producido en el buque el 20 de julio de 1936, cuando, poco después de salir del puerto de Vigo, en donde había hecho escala para carbonear, navegaba a lo largo de la costa portuguesa rumbo al Estrecho de Gibraltar. En este hecho, varios suboficiales y marinería del buque se alzaron contra sus mandos, produciéndose muertos muertos y heridos en ambas partes, lanzando posteriormente los cadáveres al mar, según órdenes del Gobierno de la República. Los oficiales supervivientes continuaron a bordo hasta llegar a Málaga, donde a las pocas semanas fueron juzgados y fusilados.

No menos interesantes fue la explosión producida dentro del buque en 1937, cuando éste se hallaba en el arsenal de Cartagena, creyéndose que fue objeto de un sabotaje de algún "quintacolumnista" infiltrado entre la dotación. Los graves daños sufridos dejaron al acorazado inoperativo.

También destacan los capítulos finales cuando el autor del libro, ya terminada la guerra, viaja rumbo a Galicia (sus padres vivían en La Coruña), pasando numerosas calamidades, desde su detención en Madrid por unos legionarios, su ingreso en el Cuartel de la Montaña y el viaje a Galicia en unas condiciones muy propias de la posguerra. Finalmente fue encarcelado en Ferrol y puesto posteriormente en libertad.

En el libro elogia la valentía de los oficiales en el motín revolucionario del acorazado en julio del 36.

A pesar de su ideología republicana, se destaca también que, con el desorden habido en el Ejército Popular de la República, era casiimposible ganar la guerra. Al final, destaca que los habitantes de la zona republicana estaban deseosos de que finalizase el conflicto bélico, pues el hambre era enorme y no aguantaban más.